UN NEGOCIO FAMILIAR
Desde la apertura de una oficina de compras en Burdeos, en 1883, Maison Sichel ha sido un negocio eminentemente familiar. Desde entonces, siete generaciones de Sichel han estado al frente de la empresa.
Fue Peter A. Sichel quien, con su traslado a la capital girondina en 1961, dio un nuevo impulso a Maison Sichel, la cual experimentó un fuerte desarrollo hasta forjarse su actual reputación internacional.
En la actualidad, mis hermanos Charles, James, Benjamin y yo mismo seguimos desarrollando la empresa, cada cual dentro de su especialidad, y con la misma filosofía de siempre, respetando la calidad y la autenticidad de los terruños.
Mis hijos, Alexander y Max, se unieron a la empresa en 2012 y 2014, respectivamente, para trabajar como comerciales y contribuir al desarrollo de la marca Sichel. Daisy, la hija mayor de James, se unió al equipo directivo de Chateau Angludet en 2016. El relevo está asegurado.
DEL COMERCIO A LA PRODUCCIÓN
La empresa, que comenzó como una simple oficina de compras, se metería de lleno en el comercio de vinos para ir adentrándose paulatinamente en la producción. Maison Sichel ha sabido aprovechar cada oportunidad para ampliar su campo de actuación y sus competencias.
En los últimos 50 años, Maison Sichel se ha transformado profundamente: adquisición de una bodega para la elaboración de vino, edificación de una planta de embotellado, adquisición de dos viñedos, compra de una comercializadora productora de vino y construcción de un almacén de alta seguridad para Grands Crus.
Queremos estar directamente implicados en cada uno de los eslabones del sector para controlar la calidad y la fiabilidad